¿Estamos?

¿Cuando somos capaces de decir que conocemos tanto a una persona, estando seguros de qué no nos puede sorprender…?

Es que todavía no entiendo como estos días me voy encontrando con historias que no me pegan para nada contigo, con gilipolleces que sueltas, con palabras de “putero” (no quería que sonara tan mal), con jiji jaja, nuevas etapas (¿de qué?), y eso sí, tu porcentaje 100% que no falte…

Es que no me creo que ahora te esté viendo como alguien totalmente diferente… No quiero que me hagas pensar que me has estado engañando estos años, que no era verdad lo que me decias…
Y aunque siempre que cortas una relación, las palabras bonitas se las lleva el viento… En mi caso no es así, sigo pensando que quiero comprarme esto y aquello contigo, aunque ahora estos días (gracias) ya lo empiezo a ver como un capricho borroso; como algo que una vez quise (o quisimos)… Y lo peor, es que estos días, me cuesta ver con quién lo quise y cómo…

Y no quiero caer en el tópico de por qué cambia tanto la gente…No puede ser, o tú ya eras asi y yo no lo vi, o has cambiado en un mes, o te estás creando un personaje provocado por el dolor. Me encantaría pensar que es esta última, pero me ayuda y se me aparece con más fuerza la segunda… Ni siquiera me planteo la primera, por el hecho de no despertarme durante tiempo de mi asombro.

Eso sí, el personaje de “yo no he sido”, te sale a la perfección.